sábado, 26 de abril de 2014

LA TEORIA DE TEYLOR A LA LUZ DE LOS MODELOS GERENCIALES Y LA EDUCACION

Frederick Taylor dio origen a un concepto nuevo e integral de la administración con la incorporación de los elementos de planificación, organización y control.  Lo que buscaba era una máxima prosperidad que llevara a una máxima eficiencia conduciéndolo a  visionar la organización desde la productividad. Con una máxima eficiencia se lograría que el consumidor pagara menos y el propietario ganara más y el trabajador pudiera recibir un mejor salario.
Como puede verse, las ideas tayloristas de producción produjeron un gran avance en la producción industrial, sin embargo este acontecimiento desde el punto de vista empresarial, ocasionó cambios en la educación de la época, lo que provoco que las escuelas se gestionaran de manera similar a un complejo industrial, es decir, se intento prescindir de valores y actitudes a las practicas educativas y centrar la enseñanza exclusivamente en los resultados académicos, olvidando por completo los procesos pedagógicos, donde no se admitían errores, se limitaba a los estudiantes al aprovechamiento de su tiempo libre, existía uniformidad en todos los programas de estudio de un mismo nivel educativo , evaluaciones basadas en el control y la medición del aprendizaje, agrupamiento rígido de alumnos , aislamiento del profesor y no trabajaba en equipo, escases de recursos materiales de aprendizaje, uniformidad en los horarios de clases, disciplina rígida y formal, insuficientes relaciones con el entorno, lo que trajo como consecuencia una estandarización de la educación donde se enseñaba por igual a todos los estudiantes, desconociendo sus ritmos y estilos de aprendizaje, vislumbrándose un modelo de educación tradicional de corte conductista donde imperaba la disciplina, el cumplimiento, el orden y la obediencia.
Considerando los postulados de Taylor, es preciso determinar como se aplica esta teoría en mi escuela, partiendo de esta como una organización, ya que está conformada por directivos, docentes, estudiantes, administrativos, padres de familia y también esta orientada hacia unos fines y objetivos educativos.

Teniendo en cuenta sus principios de la administración científica es preciso determinar:
  • Principio de planeamiento del trabajo: Existe una planeación anual de actividades institucionales y una planeación académica de planes de áreas y proyectos pedagógicos, sin embargo estos están desarticulados y no se transversalizan con las diferentes disciplinas. Además no se incentiva la conformación de comunidades de aprendizaje docente que trabajen colaborativamente generándose un análisis reflexivo y crítico sobre el quehacer pedagógico, proponiendo estrategias de mejoramiento que apunten al diseño de clases, proyectos transversales y evaluación del aprendizaje. Todo esto seria ideal realizarlo con el objetivo de buscar de manera conjunta soluciones a la problemática institucional encontrada que reposa en el plan de mejoramiento institucional y de fomentar la investigación y el reconocimiento de las practicas pedagógicas mas adecuadas para lograr mejores resultados en los procesos académicos, ya que desde aquí parte la esencia del trabajo de un establecimiento educativo y no solamente limitarse a generar acciones desde el hacer, sino emprendiendo dinamismo y transversalidad desde la triada ser, saber y hacer.  

Principio de selección y entrenamiento: La ubicación del cuerpo docente y personal administrativo, en su gran mayoría, no está acorde a su perfil profesional, sino que, mas bien obedece al cumplimiento de un acto legislativo emanado por el Ministerio de Educación Nacional y / o Secretaria de Educación Distrital producto de un concurso por meritocracia y/o favores políticos, como consecuencia la ubicación en la institución se hace bien sea porque el docente tiene que aceptar lo que encuentre para completar su carga académica o porque le toca enseñar alguna asignatura que nadie quiere, y no de acuerdo a la disciplina de su especialidad. (Licenciados en educación física enseñando inglés).
Por otra parte no se evidencia una cultura de mejoramiento continuo en donde, tanto directivos como docentes se preocupen por formarse con miras a buscar una reorganización de los procesos institucionales centrados en un direccionamiento estratégico pertinente desde una mirada de cambio y que este acorde a las necesidades del contexto a nivel interno y externo como también para que los estudiantes aprendan con interés y motivación.
En cuanto al personal administrativo, este no cuenta con la formación idónea para desempeñar el cargo y pasan a ser entes que laboran sujetos a la improvisación y a lo que se presente día a día.
Además, la estructura de roles formada por maestros, directivos y personal             administrativo no apuntan al logro de la misión institucional: Educar a los alumnos y mantenerse como organización funcional.
  • Principio de cooperación y remuneración por rendimiento individual: Los intereses de los directivos, la mayoría de las veces distan de los intereses de los docentes, estudiantes y padres de familia, lo que genera inadecuados canales de comunicación.
No existen estímulos para docentes y los procesos de capacitación y actualización pedagógica son muy escasos y de poca profundización.
  • Principio de responsabilidad y especialización de los directivos en la planeación del trabajo: Es evidente una mínima responsabilidad de los directivos (coordinadores) en la planeación de su labor y articulación de la misma con la institución, además existe poco compromiso, dedicación y cumplimiento de los docentes en la planeación y organización de su trabajo, no se trabaja en equipo sino de manera aislada. En fin existen dificultades para coordinar, promover actividades y proponer iniciativas.

Las apreciaciones anteriores permiten vislumbrar un acercamiento muy rudimentario desde mi escuela a la teoría propuesta por Frederick Taylor.
Por otra parte es importante analizar la pertinencia y la efectividad de la manera como se aplica la teoría de Taylor en el mundo actual, donde los entornos son cada vez mas cambiantes y provistos de incertidumbre, vemos que dicha teoría excluye la posibilidad de que el trabajador genere innovación en la organización, siendo este un recurso valioso para aumentar la competitividad.
El hombre es mirado como una máquina y no como un ser humano y social, además la organización se visualiza como una entidad autónoma, absoluta y cerrada a cualquier influencia venida fuera de ella sin tener en cuenta el medio ambiente, lo cual no es adecuado en el mundo actual donde las organizaciones son sistemas abiertos que  reciben los impulsos y la cultura de la realidad social o económica en la que se inserta, obviándose así una importante fuente de conocimiento en ésta.
La comunicación con el director general y el trabajador gira en torno a lograr un objetivo de producción y a un incentivo económico, sin importar la satisfacción que pueda aportar por realizar su trabajo.
Sin embargo, es preciso rescatar aportes significativos de esta teoría en la actualidad, en cuanto a que las empresas buscan los mejores métodos para realizar cualquier tarea, así como para seleccionar, capacitar y motivar a los trabajadores, claro esta, puesto en practica desde un punto de vista diferente que no solamente va encaminado a lograr una meta de producción, sino a generar espacios de trabajo en equipo que permitan lograr los objetivos de la organización con la utilización adecuada de los recursos y donde todo lo planeado debe tener en cuenta el entorno.
Sumado a esto es urgente hacer una revisión del plan de mejoramiento institucional como herramienta fundamental para la identificación, evaluación y seguimiento del direccionamiento estratégico, con lo cual es posible orientar el rumbo del establecimiento educativo desde sus áreas de gestión directiva, administrativa y financiera, comunitaria y académica a partir de su autoevaluación hacia unos propósitos y resultados previamente acordados, y liderado por el equipo de gestión institucional.
Todas las situaciones descritas anteriormente conducen a cuestionarme ¿Desde el rol del directivo docente como podemos mejorar los procesos administrativos y que modelo gerencial seria pertinente para reorientar la marcha institucional dando respuesta a las demandas sociales?






1 comentarios:

  1. El Rol del directivo docente, debe parecerce más al perfil de administrador que plantea el Sr. Henry Fayol, esto lo afirmo, porque dentro de la la teoría Fayolista, existe una mirada más HUMANISTA del proceso administrativo, no se desconocen los aspectos sociales, emocionales, políticos o económicos que pueden llegar a afectar el desempeño del empleado.

    Vemos que muchas tendencias administrativas contemporáneas siguen esta línea, y sobretodo en Administración Educativa, se requiere que el directivo docente promueva el trabajo colaborativo (que se acabe el aislamiento) para reducir la filosofía de "yo hago esto porque creo que es lo mejor". Toca formular metas y tomar decisiones claras, fomentar la iniciativa y la responsabilidad (con el ejemplo), toca imponer sanciones si fuera necesario, tener claro que los intereses de la institución están por encima de los intereses de los docentes y demás empleados.

    También se debe incentivar al empleado, si luego de una evaluación de su desempeño en cualquier proceso llevado a cabo en la institución, se alcanzaron las metas propuestas de forma eficaz y eficiente, por lo menos eficaz.

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